Por: Bryan Vargas Vargas
“ESPACIO PROTAGONISTA”, si bien la idea no es nueva y ha sido desarrollada por ejemplo por Soja en su trabajo sobre la geohistoria y el cinecismo o por Foucault en su amplio desarrollo sobre espacio y poder, lo cierto es que es una premisa provocadora en el momento actual de salud global.
En este instante nos damos cuenta del espacio en su complejidad, es decir, el espacio social no es un recinto vacío o que siempre estuvo construido y en el que se introducen personas y actividades, el espacio social es la suma de las relaciones humanas y las cosas, condición que hace que cada espacio sea particular entre sí y que además los hacen constitutivos de la historia.
Quizá, por la condición sanitaria global somos más conscientes de los espacios, y vemos las afectaciones y respuestas diferenciadas que han tenido los diversos países-territorios del mundo, cada uno en concordancia con las relaciones construidas con otros países-territorios y su dinámica histórica (económica, política, social-cultural) que lo hace particular. Por ejemplo, hoy separarse del otro es más importante y las fronteras toman relevancia.
Pero es más claro si nos referimos a los espacios de la vida cotidiana, por ejemplo, la ciudad donde, trabajamos, estudiamos y hacemos deporte. La inserción de un vector (virus) en el espacio moderno por excelencia como lo es la ciudad, que concatena la mayor parte de nuestras actividades, comenzó a hacer un alto a las relaciones por tanto a redefinir el espacio. El vector en este caso interrumpió no solo las relaciones de persona a persona, sino toda la dinámica histórica constitutiva de la ciudad como el empleo; exportaciones-importaciones; educación; ocio; transporte; etcétera. Todo está en la ciudad.
Ahora esta modificación de las relaciones es más clara si seguimos reduciendo la escala de comprensión sobre la satisfacción de necesidades más básicas. Por ejemplo, el ir al mercado, esperar el autobús o el almuerzo en el lugar compartido.
Sin duda que ya estas tareas que nunca antes fueron una preocupación, ahora son reglamentadas, por ejemplo, marcando una distancia de persona a persona de cada dos metros en una fila o alternando los asientos alrededor de una mesa durante el almuerzo.
Si particularizamos sobre la población joven costarricense, según la Segunda Encuesta Nacional de Juventudes (2013) el 70% de la población joven reside en nuestra zona urbana, por lo que sin duda será un sector afectado y el cual vera modificado sus interacciones y muy probablemente sus espacios sociales.
Lo cierto es que en este momento el espacio social tiene un gran protagonismo y, sobre todo hay un cambio en las condiciones a todas las escalas, desde compartir en el espacio público o en el área de comidas, hasta el modelo de forma concéntrica de actividades e interacciones como lo es la ciudad. Lo que también implica retos adicionales en la comprensión y planificación espacial.
Referencias
Foucault, Michel, and Jay Miskowiec. «Of Other Spaces. » Diacritics 16, no. 1 (1986): 22-27. Accessed April 27, 2020. doi:10.2307/464648.
Foucault, Michel. Vigilar y castigar: nacimiento de la prisión. México: Siglo Veintiuno, 2002.
Soja Edward W., Postmetropolis. Estudios críticos sobre las ciudades y regiones. Madrid: traficantes de sueños, 2008.