Por: Argentina Artavia Medrano

Cuando estábamos en la escuela, se utilizaba de vez en cuando la dinámica del “barco se hunde” para animar o para formar grupos. La actividad consistía en decir que íbamos en un barco en medio de un mar revuelto y que al empezar a hundirse, tocaba buscar botes salvavidas, pero que no alcanzaba para todos, así que tocaba hacer grupos. A la indicación “en grupos de…”, rápidamente debíamos buscar con quienes juntarnos para entrar en el bote y salvarnos.

Cada vez que termina un proceso electoral, los partidos políticos entran en una fase de valoración de los resultados obtenidos y manifiestan satisfacción, negación o sorpresa. Tratándose de elecciones municipales, invariablemente vuelven sobre la necesidad de reunificar los procesos (presidenciales y municipales), y al igual que en la dinámica escolar, consideran que al hacerlo, lograrán poner “en un mismo bote salvavidas” los esfuerzos por aumentar la participación, disminuir el abstencionismo y reducir los costos de organización del proceso electoral.

Conviene mencionar algunos de los resultados preliminares del reciente proceso electoral municipal:

  • Participaron 77 partidos: 16 nacionales, 7 provinciales y 54 cantonales.
  • 12 partidos cantonales lograron obtener una alcaldía.
  • De 30 alcaldías que podían reelegirse, 23 lo lograron.
  • 242 mujeres se inscribieron como aspirantes a las 84 alcaldías, lo equivalente al 43% de las candidaturas, el número más alto en la historia.
  • De los alcaldes reelectos, 4 cambiaron de partido y 4 crearon nuevos.
  • PLN y PUSC reeligieron 7 alcaldes cada uno.
  • Unidos Podemos, un partido de reciente creación, ganó 9 alcaldías y Juntos, que participó por primera vez en un proceso electoral, ganó la alcaldía de San José, considerada como una de las más importantes del país y terminando con presencia histórica en los últimos 30 años del partido Liberación Nacional.

De los datos anteriores, se desprenden varios elementos importantes:

La organización y participación de los partidos cantonales va en aumento y además, el resultado es esperanzador. Esto no es nuevo, porque desde hace varios procesos electorales estas agrupaciones se han venido consolidando, tal es el caso de Curridabat Siglo XXI y Somos Moravia en la provincia de San José, lo que demuestra la necesidad de seguir abriendo espacios y de fortalecer la organización comunal, que responda a las necesidades locales.

Es importante resaltar también que la participación y representación femenina aumentó, lo que se tradujo en la elección de 22 mujeres como alcaldesas, según se puede observar en el siguiente cuadro:

Fuente: Elaboración propia, con datos del Tribunal Supremo de Elecciones, 2024

Estos resultados demuestran la importancia y la incidencia de la aplicación de las reformas aprobadas y la urgencia de seguir trabajando en esta materia, para que puedan abrirse espacios reales y efectivos para la participación de las mujeres en los puestos de toma de decisiones.

Lamentablemente, en lo que se refiere a la participación electoral, estamos como ese barco que se hunde y que algunos, principalmente representantes de algunos partidos políticos, ante el aumento del abstencionismo, pero sobre todo por el resultado obtenido en las recién pasadas elecciones municipales, quieren salvarse a como dé lugar, utilizando “botes salvavidas”.

Los partidos nacionales, sobre todo los llamados tradicionales, obtuvieron resultados para nada positivos y que en el caso del PLN y PUSC, disminuyeron o no crecieron en cantidad de alcaldías, lo cual puede observarse en el siguiente gráfico:

Estos resultados, lejos de motivarles a analizar las causas reales de la disminución de su caudal electoral, les han llevado a plantear propuestas de reformas como la reunificación de los procesos electorales nacionales y municipales, la reducción del tiempo entre primera y segunda ronda, así como la conformación de coaliciones, desconociendo los procesos que a nivel local se han venido desarrollando.

En la Encuesta de Opinión Pública divulgada por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) en enero de 2024, ante la pregunta sobre el conocimiento de las personas candidatas, las respuestas mostraron lo siguiente:

Si ya de todas maneras resulta dificultoso para las personas identificar y reconocer a todas las candidaturas en un proceso local, todavía sería mucho más complejo si se le suman las candidaturas presidenciales y legislativas; es decir, en lugar de concentrar la atención en las personas y los problemas por resolver del “pedacito de Costa Rica” donde viven, las discusiones más importantes volverían a estar marcadas por los asuntos y las aspiraciones de quienes buscan posicionarse a nivel nacional. ¿Dónde quedarían entonces las prioridades cantonales? No estaríamos analizando, ni discutiendo los resultados del proceso municipal y la conformación de los gobiernos locales, porque quedarían subsumidos e invisibilizados por los resultados del gobierno central y la Asamblea Legislativa.

Para las autoridades municipales y concretamente para las alcaldías, es fundamental conocer la situación que vive su cantón en las diferentes áreas de acción que tendrán como responsabilidad, antes de asumir el cargo. El artículo del Código Municipal indica: “Corresponden al alcalde municipal las siguientes atribuciones y obligaciones: (…) e) (…) presentar, al Concejo Municipal, antes de entrar en posesión de su cargo, un programa de gobierno basado en un diagnóstico de la realidad del cantón, y deberá ser difundido a las diferentes organizaciones y vecinos del cantón”.

Lejos de ser un proceso perfecto, está claro que se requiere de un análisis mucho más profundo para poder encontrar las áreas de mejora. La valoración internacional de los resultados del proceso electoral quedó plasmada en el Informe de la Misión de Observación de la OEA, que señaló entre otras cosas lo siguiente:

  • El requisito de paridad horizontal en la conformación de las nóminas generó una importante redistribución del poder entre las y los postulantes a los distintos cargos y que los esfuerzos de capacitación implementados han sido fundamentales para alentar a más mujeres a postularse, reforzar sus capacidades y proporcionarles herramientas básicas para enfrentar sus campañas.
  • Reconoció los esfuerzos de las instituciones costarricenses de generar mayor apertura y consolidar la participación política de la ciudadanía en condiciones de equidad.
  • Resaltó también la solidez y profesionalismo demostrado por el Tribunal Supremo de Elecciones.
  • Reconoció el esfuerzo realizado por el Estado de Costa Rica para aprobar las reformas necesarias para la no reelección indefinida y garantizar la alternancia en el poder.

Cada elección tiene sus propias características y particularidades; un resultado favorable en las municipales no garantiza a los partidos un resultado similar en las elecciones nacionales.

El abstencionismo en las elecciones, presidenciales o municipales, es un fenómeno que requiere de un profundo análisis; más allá de las propuestas desde lo partidario o procedimental, se necesita analizar las causas que lo provocan.

Por eso convendría analizar con mucho más cuidado las propuestas que parecen pensadas más bien en la centralización del poder, pero también las causas que motivan la apatía, la desvinculación y hasta el enojo con los partidos políticos; qué han dejado de hacer en materia de formación ciudadana, de incorporación de personas jóvenes en la toma de decisiones, de articulación de propuestas en beneficio de las mayorías y no de grupos con intereses específicos. Reducir el “problema” a la reunificación de procesos o a la búsqueda de coaliciones temporales, terminará por agravar más bien la apatía y el descontento de la ciudadanía. Conviene más bien fortalecer los procesos y liderazgos locales, que se han empezado a desarrollar y quienes conocen mucho mejor la realidad que enfrentan y las necesidades y demandas de sus comunidades. Quizás no necesitemos de botes salvavidas que se reducen a solventar necesidades individuales, sino más bien concentrar esfuerzos colectivos en evitar que el barco se hunda.