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Por Roy González-Sancho

En el marco de un análisis pormenorizado de los factores determinantes de la salud mental, en Costa Rica se ejecuta desde 2012 la Política Nacional de Salud Mental que contempla un periodo de vigencia hasta 2021, de ahí que con el carácter intersectorial e interinstitucional de esta política se denote la relevancia que el tema de la salud mental ha ido adquiriendo en los últimos años.

De acuerdo con datos extraídos del último Anuario Estadístico de la Caja Costarricense del Seguro Social, en 2017 hubo 6239 egresos hospitalarios, de los cuales un 46,6% correspondieron a diagnósticos por trastornos mentales y del humor, 34% a Trastornos mentales no psicóticos y un 11,7% a casos con diagnosis de psicosis o esquizofrenias. En un ámbito que podría decirse previo, en este mismo año hubo 5 623 consultas a psiquiatría, de las cuales un 35% correspondió a personas que consultaban por primera vez. Por otro lado, las urgencias atendidas en psiquiatría fueron un total de 34 012, cantidad que puede considerarse pequeña al lado de otras áreas de atención, pero que ayuda a dimensionar la cantidad considerable de personas que acuden a los servicios de esta especialidad medica en la CCSS.

Ahora bien, ¿Cómo estuvo la situación de las personas jóvenes en este ámbito recién expuesto? De acuerdo con los datos de egresos hospitalarios al servicio de psiquiatría por grupos de edad, una de cada 10 persona atendidas tenía entre 15 y 19 años y 5 de cada 10 tenían edades entre los 20 y 44 años de edad. Esto es de suma relevancia porque en términos porcentuales un 64,41% de todos los egresos corresponden a personas por debajo de los 44 años, con es muy probable que una parte importante de dicha cifra sean personas jóvenes.

Estos datos, cobran relevancia al considerar que de acuerdo con el Ministerio de Salud, una tercera parte de las consultas de psiquiatría son por trastornos del comportamiento en menores de edad. De manera que puede observarse fácilmente que situaciones urgentes que atender y trabajar en salud mental tanto en el campo preventivo, como en la promoción de estilos de vida favorables con el bienestar colectivo e individual de este sector de la población, pues como también menciona dicha institución, cuando las situaciones que comprometen la salud mental en edades tempranas no son abordas en estos momentos, en edades futuras surgen complicaciones psicológicas y mentales considerables.