Libro: Generación líquida. Transformaciones en la era 3.0
Autores: Zygmunt Bauman y Thomas Leoncini
Año original de publicación: 2018
Editorial: Paidós
Reseñado por: Nora González Chacón
Palabras clave: juventud, transformación, cultura, violencia, cuerpos
Citación del libro: Bauman, Z., Leoncini, T. (2018). Generación Líquida. Transformaciones en la era 3.0. Paidos.
Cuerpos culturales. La transformación de la corporalidad
Por Nora González Chacón – Politóloga y abogada de la UNED, Costa Rica
1. Transformaciones en la piel. Tatuajes, cirugía plástica y hípsteres.
“Jóvenes […] es imposible no amarlos y odiarlos a la vez” desafortunados primeros tres renglones escritos por Thomas Leoncini, quien es coautor junto a Bauman del libro Generación Líquida. basado en tres diálogos mutuos. En su intento por definir que es ser joven, se refiere a la intolerancia hacia ellos fundada en el arrepentimiento personal de la persona adulta (de él mismo con seguridad) de no haber aprovechado su tiempo de joven. Es, por un lado, la mirada adulta interior auto afirmativa de lo que se es y también es la mirada auto frustrada por lo que no fue cuando pude serlo. Leoncini define juventud como espejo o reflejo de los deseos personales frustrados y la necesidad de autodeterminación con la superación de la frustración.
Para él la estética de la juventud es donde se manifiesta el presente, identifica cuatro aspectos culturales contemporáneos icónicos: la moda, la barba, los tatuajes y la cirugía estética. De manera especial señala que hay modas que trascienden las edades como los tatuajes porque el trabajo sobre el cuerpo de esa manera implica un compromiso estético y político perenne e irreversibles erigido sobre el derecho a la autodeterminación.
Para Bauman en la actualidad, el cuerpo es el lugar de transformación y expresión más evidente, manifiesto y revolucionario porque asistimos a la “muerte de la política entendida como la acción política del ciudadano en el seno del debate público” (p.23). Razona que luego del S.XIX se cuestiona el concepto de comunidad entendida como espacio coercitivo de definición de roles sociales que mantienen el statu quo, ante la llegada del concepto de identidad que refiere a las elecciones personales autónomas, que pasa por los deseos, es decir por la persona. El concepto de “identificación del yo” (p.24) como nueva forma de expresión identitaria, resurge con más fuerza para referir a la ruptura personal respecto de los símbolos de identidad predominantes, lo público se vuelve transitorio (fuera de mi) y el cuerpo trasciende hacia lo permanente (en la persona). Señala que esta trasformación y autodeterminación del cuerpo pasa también por someter el cuerpo al dolor y pone lo sacrificial como un elemento de transformación que se manifiesta políticamente justamente en el cuerpo.
Thomas Leoncini recuerda el significado cultural y de autoafirmación que tienen las escarificaciones para los bafia de Camerún, y lo compara con la estética de belleza en occidente (cirugías y transformación del cuerpo) para mostrar la humanización del ideal de belleza en la cultura dominante. Él define esta intervención del cuerpo como autodestrucción o mutilación, incluso recurre al concepto freudiano de “pulsión de muerte” con lo que en nuestro criterio el análisis cultural es confundido con procesos psicológicos y pierde el razonamiento de la criticidad a la cultura moderna que pueden expresar los cuerpos con problemas de índole psicológico personal. Ello es una contradicción analítica y epistemológica. Bauman llama a la analogía de los tatuaje “la obsesión por las intervenciones cosméticos-farmacéuticas-quirúrgicas (sustituyen la auténtica comprensión, profunda, por la navegación (surfing) en internet, ambas obsesiones operan en la en la superficie (surface) del cuerpo, y hoy muy pocos criticarán esa superficialización.” (p. 35). Es una tensión entre la pertenencia/ autodefinición y moda/corporalidad que incluye un fator de éxito/fracaso en el proceso, el consumo convierte la posibilidad en obligación y la oferta en demanda.
2. Transformaciones de la agresividad. Acoso escolar.
Thomas Leoncini inicia su diálogo con Bauman hablando de “la naturaleza” del acosador: ¿Los acosadores nacen siéndolo porque el acoso forma parte de su habitus?, pero esta postura supone que hay una “forma natural” de ser de las personas con lo que niega a la humanidad su constitución como sujetos histórico y en relación con su entorno. Bauman por su parte toma el concepto de Norbert Elias de 1939: proceso de civilización para referirse a la violencia que se ejerce hacia los excluidos de la sociedad civil, acentúa el problema en la cultura, no en la naturaleza. Señala que ser víctima de acoso escolar es una cuestión de exclusión, es marcar o crear la diferencia que le prohíbe al otro, al acosado, cuestionar, ser o intentar ser como el acosador, es cuestión de ejercicio del poder. El acoso se vale de mostrar insistentemente la inferioridad del otro para de esa forma afirmar la superioridad de la persona acosadora y su grupo, esa identidad colectiva les genera su sentido de comunidad, el nosotros, se fundamenta en el ellos, en lo que no son.
Señala que la violencia se ha instaurado, normalizado como un espectáculo diario, sin ningún fin, como un pasatiempo con espectadores, de la misma manera en que sucede el acoso.
3. Transformaciones sexuales y amorosas. Decadencia de los tabúes en la era del comercio electrónico sentimental.
Este dialogo entre Thomas Leoncini y Zygmunt Bauman no profundiza la relación de conceptos importantes sobre las transformaciones sexuales y amorosas. Thomas Leoncini pone un énfasis desmedido en las relaciones sociales que se entablan desde las redes sociales con lo que frustra la posibilidad de extender el tema, incluso define a algunas personas como “aspirantes a suicida” (p. 81)evidentemente de manera muy estereotipada y poco empático.
Bauman por su parte señala que en el S.XXI se habita en dos mundos que conviven de forma simultánea: el offline y el online que conforman un mundo controlado personalmente por el operador o dueño de la red social. Señala que estar conectado, online es una forma de salir de lo real cotidiano es decir, el mundo que la persona no puede controlar de la misma forma que a sus redes, Esa es una realidad que le puede generar muchas frustraciones y ha promovido el aislamiento (enclosure) de las personas
Bauman señala que cuando se da el amor entre dos personas, a diferencia del efímero de las redes sociales, éste se erige sobre la promesa de amor eterno. Ante la intervención de Leoncini que señala al deseo como un impulso de autodestrucción y al amor como el impulso de cuidar lo que se ama, todo ello como parte de la incertidumbre humana, Bauman responde que la incertidumbre es la pérdida de las relaciones interpersonales las que, como péndulo, manejan las emociones entre el éxito y el fracaso en las relaciones amorosas: la ignorancia al no tener la capacidad de prever la reacción del otro ante mis acciones, la impotencia ante lo novedoso y la humillación si no se cumple como se debe, porque el statu quo a su vez debe ser realizado en el cumplimiento de la plena libertad y la plena seguridad que no son posibles de lograr. Es una dialéctica, dice Bauman, entre carencia y exceso en ambos estadios, es decir de la seguridad y la libertad, que en definitiva son los ideales sobre los que se cimienta el Estado en su forma primitiva y moderna, sin duda me recuerda a Thomas Hobbes que plantea el ejercicio de la libertad en el marco de un pacto de sumisión que garantice la vida por medio de la seguridad que brinda el Leviatán a sus súbditos.
En el orden de ideas anterior, esta dialéctica, incertidumbre se expresa en las formas ambiguas de las relaciones entre sexos dice Bauman y que, para las reivindicaciones femeninas, en su opinión, los conflictos de género ahora ya no están mediados por las relaciones de poder como eje central del conflicto, sino por la reivindicación axiológica, formal y práctica de sus capacidades para transformar el mundo, puesto que han sido dejadas de manera exclusiva a los hombres.
Para Bauman, los cambios socioculturales se producen en una destrucción creadora (p.92) que muestra lo efímero de los productos culturales de manera que cada hallazgo es susceptible de destrucción y transgresión.
Finalmente, no puedo dejar de referenciar las dos películas de Michael Haneke que cita Bauman: Código desconocido (2000). https://ok.ru/video/2330261064253 y la película Amor. (2012) https://ok.ru/video/2761221343768 así como la referencia a Gustav Metzger artista y activista político precursor del arte autodestructivo, que sin duda invito revisar.
Referencia
Autor: Bauman, Z., Leoncini, T. (2018). Generación Líquida. Transformaciones en la era 3.0. Paidos.