Libro: Esencia y crítica de la psicoterapia
Título original alemán: Wesen und kritix der psychoterapie (Traducción de Roberto Podestá)
Autor: Karl Jaspers
Año original de publicación: 1959
Editorial: Compañía General Fabril Editora
Reseñado por: Maikol Picado Cortes
Palabras claves: Psicoterapia, terapia médica, métodos.
Citación del texto: Jaspers, K. (1959). Esencia y Crítica de la Psicoterapia. Buenos Aires, Argentina. Compañía general fabril editora.

El texto “Esencia y Crítica de la Psicoterapia” es uno de algunos libros que he acumulado con el fin de leer pero que he pospuesto por diferentes razones, ahora como parte de mi quehacer en el Centro Agenda Joven en Derechos y Ciudadanía lo retomé y finalmente lo leí. Es un libro desarrollado en tiempos donde las teorías de autores como; Freud, Adler y Jung estaban en auge, así lo hace ver el autor al mencionar que “acorde con la elevada jerarquía que se debe exigir a la psicoterapia de Freud, Adler y Jung” (p. 71).

El autor Karl Jaspers fue un filósofo y médico alemán que se especializo en psiquiatría, tuvo interés y desarrollo entre otros temas la psicología y psicopatología. El texto es un clásico que trata en términos generales la teoría y práctica de la psicoterapia. En la primera parte del libro el autor menciona someramente algunos métodos de la psicoterapia tales como los métodos de sugestión, catárticos, de ejercitación, de educación y métodos que se basan en el concurso directo de la personalidad.

Posteriormente, aborda temas diversos relacionados con la consolidación y práctica de la psicoterapia dentro del ámbito médico, por ejemplo, cómo se corresponden conocimiento y práctica, las formas de resistencia en el hombre: la resolución del enfermo al tratamiento psicoterapéutico, tipos de actitud médica, nocividad de la atmósfera psicológica y la organización pública de la psicoterapia entre otras.

Karl Jasper ubica los inicios de la psicoterapia en el campo de la medicina, en su desarrollo se ha organizado independientemente y existen psicoterapeutas sin formación médica, recalca que es “menester que quien aspire a dedicarse al tratamiento psicoterapéutico sepa en que consiste su quehacer y que se puede esperar de este” para ello explica que la psicoterapia es aquel cumulo de “métodos de tratamiento que influyen sobre el alma y el cuerpo por medios dirigidos al alma” (p.9).

Sobre el propósito en si de la psicoterapia se indica que sería de poca ayuda el saber si no se prioriza el “propósito de curar” agrega que “ahí donde la ciencia falla, se confía en el propio arte, en las buenas fortunas, y se alienta, cuando menos, cierto ánimo de curar, aun cuando se emplee un procedimiento terapéutico anodino” (p. 22).

Más adelante el autor se refiere a los condicionamientos que tiene la psicoterapia y aquellos procedimientos prácticos que se refieren a las enfermedades psíquicas y a las anomalías personales, estos provienen del poder estatal, la religión, la situación sociológica, las tendencias espirituales dominantes en la época y a las condiciones a que obedece el conocimiento científico reconocido.

El poder estatal proporciona la declaración de incapacidad, la posibilidad de internamiento en un establecimiento, además, menciona que “en toda consulta médica existe una situación de autoridad efectiva, reforzada por la clínica y por la repartición pública (…), sobre la religión, o su falta, condiciona en el contacto terapéutico, un planteo de objetivos (…) sobre la comunidad en una objetividad, condiciona la cohesión profunda de los hombres expresadas en símbolos, en creencias, en evidencias filosóficas de un grupo” (p. 24).

Otros de los temas que se aborda y son fundamentales en la práctica clínica es el de la transferencia como proceso entre paciente y médico, lo retrata bien en el siguiente pasaje donde menciona que “La psicoterapia puede constituirse inconscientemente para el médico y enfermo. El médico pone límite a lo que comunica y le da forma autoritaria. El enfermo acepta obediente, no cavila, tiene confianza ciega en la sabiduría de lo que se le dice. Autoridad y obediencia ahuyentan la angustia (…)” (p. 34); posteriormente e hilado a la idea anterior se muestra como el estado inconsciente en el cual se ejerce la psicoterapia autoritaria, “se torna consciente cuando el médico refiere sus prescripciones a la totalidad unitaria de cuerpo y alma, y desarrolla entonces, por vez primera, una psicoterapia integral” (p. 35).

Para Jasper los médicos estarán a la altura de su misión integral en la medida en que sea psicoterapeuta, lo que en última instancia sobreviene como factor decisivo en el enfermo puede denominarse “manifestación”. El enfermo puede llegar a un mayor grado de esclarecimiento: “primero, en cuanto el médico comparte con él lo que sabe e incluso lo entera de ciertas particularidades; segundo, en cuanto se ve reflejado en un espejo y aprende a conocerse a sí mismo; tercero, en cuento él, al ponerse de relieve en la labor interior, se torna trasparente a sí mismo, cuarto, en cuanto verifica y cumple su manifestación en la comunicación existencia” (p. 38).

En este proceso entre terapeuta y paciente, se pueden identificar formas de resistencia en el hombre, la primera como resistencia absoluta que presenta algo que en su esencia no puede variar, sino, adaptarse exteriormente, la segunda la resistencia de lo interiormente modelable, la tercera es la resistencia de la ipseidad[1] originaria.

Hacia el final del texto se desarrolla los perfiles de las diferentes personas que pueden llegar a desarrollar un proceso psicoterapéutico, aclarando que, “lo que tiene éxito en una época es característico de los hombres de esa época” (p. 54), cierra el texto con el desarrollo breve de la nocividad de la atmósfera psicológica que hace referencia aquello que deja por fuera el poderío estimulante de las cosas, de los contenidos de la fe, de las imágenes y símbolos, de las tareas, de lo que es incondicionado en el mundo. También se menciona la organización pública de la psicoterapia como aquellos eventos sociohistóricos que dan pie y posibilitan la práctica clínica de la psicoterapia, como aspecto relevante de este proceso se menciona lo que el autor reclama de su autoría e indica que “en reconocimiento de estos hechos Freud hizo suya mi exigencia de que el médico mismo debe ser analizado. Esta exigencia significa que el médico está sometido a análisis tanto como en enfermo…” (p.67).

Me parece que el texto es un buen recurso para aquellas personas que están buscando un primer acercamiento a la práctica de la psicoterapia, puede dar dirección y mostrar cuales son aquellas ideas que tuvieron fuerza y se convirtieron en la base de los diferentes métodos terapéuticos en la actualidad, tal como menciona el autor, coincido en que es un texto que responde al conocimiento reconocido de la época, posterior a este periodo existen conceptos superados dentro de la práctica clínica, así como otros que se desarrollaron con mayor detalle o derivaron en diferentes corrientes que son parte actual de la psicoterapia y las ciencias psicológicas. Por último, considero que es necesario siempre hacer repaso de aquellos pilares que fueron el inicio de procesos sociológicos, científicos y culturales que hoy en día dan pie a amplios campos del saber, es por ello que algunos textos se les llama clásicos y para mi este es uno de estos.


[1] Este es un concepto filosófico que hace referencia a la identidad única y autónoma de un sujeto, basada en su experiencia individual, subjetiva y su conciencia de sí mismo.