Libro: Filosofía del cimarronaje
Personas Autoras: Pedro Lebrón Ortiz
Año original de publicación: 2020
Editorial: Editora Educación Emergente
Reseñado por: Roy Gonzáles Sancho
Palabras clave: cimarronaje, esclavitud, historia colonial, historia de América Latina, euromodernidad
Citación del libro: Ortiz, P. (2020). Filosofía del cimarronaje. Editora Educación Emergente

El autor de este texto es bachiller en Ingeniería Mecánica por la Universidad Politécnica de Puerto Rico, con una maestría y doctorado en filosófica por parte de la misma institución. En su dedicación parcial al campo de la investigación se ha mantenido vinculado ocasionalmente como profesor de varios cursos en la misma institución. Al mismo tiempo, ha publicado varios artículos académicos en años reciente, especialmente en habla inglesa. Entre los cuales se pueden mencionar “Notes on Black Thought in Puerto Rico: A Brief Commentary” y “Filosofía de las existencias desde el cimarronaje” en el año 2023, “Marronage in the Great Caribbean” y “A Different Type of Time: Hip Hop, Fugitivity, and Fractured Temporality”en 2022 y 2021 respectivamente.  

El tema central del texto es el Cimarronaje, vocablo que en un inicio hacia referencias a animales “domésticos” que escapaban de amos y que se asilvestraban, o bien para hacer referirse a animales salvajes con parientes domésticos. No obstante, entre los siglos XVI-XIX los compradores de esclavos comienzan a nombrar así a los esclavos que huían de las plantaciones. De acuerdo con varias fuentes sore el tema, las huidas de las plantaciones eran temporales y en varias ocasiones llegaban a ser permanentes.  

Lebrón Ortiz, organiza su texto principalmente en cuatro grandes capítulos a saber:  el primero dedicado a reflexiones en torno a la esclavitud y el cimarronaje en América Latina, el segundo en el que trata una topología de la modernidad europea, el tercero dedicado a una profundización en cuanto a la filosofía de cimarrronaje, y un cuarto capítulo en el que realiza una serie de apuntes para el giro decolonial y un cimarronaje contemporáneo. Adicionalmente, adjunta una sección de conclusiones, y dos pequeños apartados adicionales, uno titulado como «Coda: Matarse en la colonia un asunto cotidiano», así como un epílogo de Nelson Maldonado Torres titulado “El cimarronaje como filosofía combativa.  

El cimarronaje, la filosofía del cimarronaje.  

En un indicio, para el autor lo que diferencia al cimarronaje de otras formas de contrasentido cultural, es su claro sentido de búsqueda y reivindicación de un «mundo Otro», sus aspiraciones de refundar una cultura, de superar e incluso reemplazar toda la cultura eurocéntrica y euromoderna.  

Se identifica en el texto que el cimarronaje es un estado existencial del Ser, desde el cual se afirma un mundo propio, el cual desde sus dinámicas históricas puede ser pensado como una agencia que se expresa fuera de la institucionalidad euromoderna. Al mismo tiempo menciona que lo que define al cimarronaje es al acto de huida de las instituciones deshumanizantes de la “euromodernidad”, y que articula la reconfiguración del orden partiendo de la memoria ancestral de las y los esclavos que se fugaban de sus amos. Teniendo un carácter y naturaleza revolucionarias dentro de las lógicas modernas y de resistencia sobre el proceso de fagocitación y negación de su humanidad.  

Por otra parte, en el capítulo dedicado a las topologías de la euromodernidad hoy el autor expresa con bastante claridad que parte de las formas estructurales que se adoptan en este paradigma civilizatorio, se basan en la negación de aquellas otras subjetividades consideradas como inferiores. Esto se da retomando algunos conceptos clave de otros autores, como la delimitación de la zona del No Ser, es decir, esa en donde cae todo aquello que se considera distinto, lo que la humanidad blanca decide no ver o anular. De manera que el único reconocimiento posible dentro de estas lógicas radica únicamente entre aquellos considerados como iguales.  

En este capítulo, quizás uno de los apuntes más interesantes radica en la descripción que realiza el autor de la lógica colonial, es decir, aquella que se basa en la diferencia, como forma de identificar y expulsar lo distinto, y de establecer las similitudes, como mecanismo para impedir la integración o asimilación completa de aquellas subjetividades consideradas inferiores. 

Ahora bien, el aporte teórico que intenta realizar el autor se basa en proponer una estructura conceptual para comprender el cimarronaje mediante una explicitación filosófica. Por ello, identifica el cimarronaje en dos estructuras relacionadas, el cimarronaje sociogénico y el cimarronaje analéctico.  

En el caso del primero se define como una búsqueda de la liberación dentro de la totalidad ontológica euromoderna cuyo elemento constitutivo de su subjetividad, radica en una acción de lucha que tiene por objeto fracturar las lógicas topológicas de la modernidad, desde adentro. De esta manera, el eje de este movimiento radica en la fuga, que llevaban a cabo las personas individuales o las colectividades como una forma de huir del orden colonial y de la imposición de interiorizar la colonialidad sobre sus subjetividades. Al tiempo que, como resultado de su escape, lograban nombrarse a sí mismos y a sus comunidades, en un ejercicio de liberación, en el que se lograron conformar comunidades soberanas fuera de las lógicas de poder colonial. 

Mientras tanto, de acuerdo Lebrón el cimarronaje analéctico se puede definir como una manera de encarnar la libertad a través de la huida ontológica del mundo de la euromodernidad en función de la afirmación de un mundo propio, utilizando la memoria y filosofía ancestral como coordenadas de acción y construcción. Se manifiesta en forma de resistencia a la internalización de las lógicas deshumanizadoras de la modernidad.  

Es un proceso en que el sujeto oprimido resiste ser asimilado al mundo euromoderno a través de la resistencia a sus narrativas y retóricas. Significa no estar dispuestos a “renunciar a todo vestigio de lo que éramos.”   

Esta medida se trata de una acción que se emprende primero como una resistencia, y segundo como un acto de afirmación de una subjetividad y nombres propios, de la filmación de un mundo otro, posible para aquellas y aquellos seres humanos a los cuales se les negó su humanidad. Es un ejercicio que se emprende fuera de las instituciones, leyes u ordenamientos que dominaron la época colonial y la modernidad como modelo civilizatorio.  

Puede decirse que el momento analéctico es recuperar la humanidad desde la memoria, desde la escritura o puesta en escena de una historia, que bien puede ser desde la ancestralidad o bien de la afirmación de su condición de humanidad otra, con posibilidades y concreciones plausibles y posibles a pesar de y fuera del mundo colonial.  

El autor articula la interacción entre estos 2 tipos de cimarronaje mediante los conceptos de “Doble crítica cimarrona” y “Conciencia cimarrona”, la cual puede ser interpretada como esa tensión y relación inextricable que se manifiesta de la acción revolucionaria dentro del mundo euromoderno y mediante la acción de producción y afirmación de formas de organización y vida fuera de las formas modernas de opresión. El investigador acota puntualmente este aspecto de la siguiente forma: 

“La doble crítica cimarrona, o doble conciencia cimarrona, entonces, es un espectro en el que el cimarronaje sociogénico está de un lado y el analéctico del otro. Los sujetos racializados/colonizados pueden ubicarse en cualquier lugar de ese espectro, así como pueden cambiar su ubicación según ameriten las condiciones sociopolíticas. Las lógicas cimarronas son manifestaciones de la subjetividad cimarrona que se despliegan en acciones concretas a lo largo de ese espectro, escapando y fracturando las lógicas coloniales topológicas del mundo euromoderno”. 

Críticas al texto.  

Se trata de un texto interesante, propositivo y que aporta elementos interesantes para la discusión sobre un tema, cuya relevancia se destaca por sí mismo. Es decir, la historia y la vivencia de las dinámicas de explotación experimentadas y sufridas en varios lugares circundantes al gran Caribe, así como en las islas que lo componen. 

Sin embargo, hay aspectos que en el estudio del texto dejaron preguntas y cuestionamientos, que no por formularse demeritan el trabajo realizado por el autor del libro. 

Entre estas pueden mencionarse las siguientes:  

  • En el texto se plantea el acto de “comprensión y entendimiento” como un acto violento, en el que se trata de ajustar a los límites del mundo euromoderno al Otro. Por lo que surge la pregunta acerca de ¿cómo se llega concretamente a ese momento analéctico de escucha y construcción de puentes para el paso de un mundo Euromoderno a ese Mundo Otro del Otro? 
  • ¿Cuál es el papel de la conciencia Cimarrona en la actualidad de la vida y esos Mundos Otros posibles en el Gran Caribe? ¿Cómo definir multidimensionalmente esa libertad y su ejercicio decolonial? 

En conclusión, se trata de un trabajo valioso, que una perspectiva interesante sobre el tema del Cimarronaje y de su posible comprensión, no solo para la filosofía, sino también para las ciencias sociales en general.