Libro: Historias de Ferrocarrileros Costarricenses
Compilador: Álvaro Francisco Gutiérrez Rojas
Año original de publicación: 2023
Editorial: Editorial de la Universidad Estatal a Distancia – EUNED
Reseñado por: Raúl García Fernández
Palabras clave: Ferrocarrileros, Ferrocarril al Atlántico, Incofer, Historias de Ferrocarrileros, Ferrocarrileros costarricenses
Citación del libro: Gutiérrez Rojas, Á. F. (2023). Historias de ferrocarrileros costarricenses. Editorial de la Universidad Estatal a Distancia (EUNED). https://editorial.uned.ac.cr/book/U09548

Resumen:

En esta publicación se extiende una invitación a la lectura más satisfactoria de todas, aquella que hacemos por placer, cuando llega a nuestras manos un libro atractivo y novedoso, capaz de captar nuestra atención. Para esto, les invito a conocer un libro recién publicado por la Editorial de la Universidad Estatal a Distancia (EUNED) y que reafirma el papel protagónico de la casa editorial de nuestra Universidad en la divulgación del conocimiento en todos sus niveles: “Historias de ferrocarrileros costarricenses” (Gutiérrez Rojas, 2023).

Reseña:

Aún recuerdo cuando en sus clases el profesor Dr. Jorge Rovira Mas repetía “quien sólo de sociología lee, ni de sociología sabe”. Como gran maestro y profesor, esa era su forma contundente de motivar diversas formas de lectura entre sus estudiantes. Y bueno, a mí me gustó tomarle el consejo. Por eso, estoy escribiendo sobre un libro para mí atractivo desde el anuncio de su publicación y que he disfrutado a partir del momento en que llegó a mis manos: “Historias de Ferrocarrileros Costarricenses” compilado por Álvaro Francisco Gutiérrez Rojas (Gutiérrez Rojas, 2023) y que recientemente publicó la Editorial de la Universidad Estatal a Distancia (EUNED).

Podría decir, en primer lugar, que este es un libro insigne por reafirmar el carácter inclusivo de nuestra Universidad y la EUNED y que, además, muestra su apertura a una multitud de temáticas y actores del mundo editorial. Les invito a revisar sus estantes y preguntarse: ¿Cuántos libros de otras editoriales universitarias están dirigidos a un público amplio, como lo está el libro que aquí nos ocupa? ¿Un libro capaz de reunir a un público diverso, presentado en forma amena y que no requiere de saberes disciplinares para disfrutarse?

Precisamente eso es “Historias de Ferrocarrileros Costarricenses”, un libro con capacidad de llegar a muchas personas, a muchos rincones y territorios, que mueve distintas subjetividades y cuya idea es simple, pero maravillosa: dar voz a un conjunto de personas que comparten el ser ferrocarrileros. Y digo ser, porque aquel ferrocarril al cual se dedica el libro, si bien ya no existe como tal, aún prevalece en las prácticas y el vivir diario de estas personas. Como ellos y ellas mismas dicen: nunca se deja de ser ferrocarrilero. Este es, sin duda, uno de los gremios donde los lazos identitarios son muy fuertes y de profunda significancia.

Si bien el proyecto económico neoliberal quebró algo que podía decirse en pocos lugares, como lo era contar con un ferrocarril activo de costa a costa, aún los ferrocarrileros perviven y trabajan juntos, siguen organizados, reproducen sus prácticas, se transforman y luchan por dar un espacio a su memoria e identidad, a todo aquello relacionado con la cultura ferroviaria.

El libro compilado por Gutiérrez Rojas es muestra de ello y sólo pudo surgir por esa constante actividad, algo que también se observa al visitar Internet: proyectos de restauración de estaciones, locomotoras, coches y cabuses, exposiciones artísticas y fotográficas, testimonios, amplios registros fotográficos compartidos día a día, museos y murales[1], luchas por el logro y la mejora de las pensiones, reuniones para “vernos de nuevo”, viajes, fiestas, comunicados sobre aquellos que van partiendo, en fin, algo que sólo un gremio sólido podría continuar a más de 30 años de haberse cerrado el ferrocarril alguna vez visto en este país y que tanto contribuyó con centenares de comunidades.

El libro se dedica exclusivamente a testimonios relacionados con el Ferrocarril al Atlántico[2], pero en sus mismas páginas encontramos historias entrelazadas mediante las cuales se dilucida que los ferrocarrileros están a lo largo y ancho del territorio.

“Historias de Ferrocarrileros Costarricenses” es un libro testimonial, donde la voz se da al nosotros ferrocarrilero, en su propia jerga y con muy pocas intervenciones, cuyos relatos se recolectaron en su mayoría mediante conversaciones grupales. Además, se apoyó en revisión de archivos e incluye un bello registro fotográfico con imágenes provenientes del Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer), así como de las colecciones particulares de las personas participantes y del compilador.

El libro tiene un punto de partida muy importante: sus voces nos ayudan a comprender los distintos tipos de trenes, sus objetivos, horarios, las locomotoras, el funcionamiento de las estaciones, el personal involucrado y las actividades específicas que se realizaban, pero todo ello mezclado con el relato obrero y la experiencia de haber estado ahí. No se trata solamente de describir al Pachuco o al Maicero, o entender qué es una orden de tren, sino de revivir la experiencia de trabajar en esos trenes y con dichas órdenes.

También, se hace un recorrido por las principales estaciones, se recuentan aspectos de seguridad y accidentes importantes, se detallan anécdotas de diferente tipo, que incluyen a personajes, experiencias, situaciones particulares y trayectorias de los ferrocarrileros, para cerrar con la mención de una buena cantidad de personas que trabajaron en el Ferrocarril al Atlántico y un glosario donde se explica parte de la jerga ferroviaria.

En medio de todo esto, se narran los momentos más dolorosos para esta generación de ferrocarrileros: el cierre de ramales, la eliminación de trenes y horarios, el último viaje del tren de pasajeros, los despidos, la impuesta “movilidad laboral” y el cierre técnico (¿político?) del ferrocarril.

Aquí es donde más me acerco, pero a su vez, más me alejo de la narración del libro:

Me alejo en cuanto algunos antecedentes históricos mediante los cuales se busca explicar el cierre de los ferrocarriles. Este fue un proceso complejo y donde confluyeron desde cambios tecnológicos y de disponibilidad de infraestructura, hasta múltiples intereses económicos y políticos, lo cual incluyó la disminución progresiva de la inversión necesaria para mantener en pleno funcionamiento las operaciones ferroviarias, algo similar a lo visto ahora con instituciones como la CCSS y las universidades públicas.

Tal cual el mismo libro lo menciona, fue en la administración Carazo Odio cuando se hizo el último esfuerzo por mantener la inversión en los ferrocarriles. Antes, ya se les había causado mucho daño y, después, en plena ejecución de las políticas económicas neoliberales, recibieron la estocada final, lo que llevó al cierre de operaciones en 1995, durante la administración Figueres Olsen.

Pero el ferrocarril es como los ferrocarrileros: pervive y una parte de sus operaciones fueron reabiertas en la Gran Área Metropolitana (GAM) al poco tiempo de iniciar este siglo, servicio que ha ido ampliándose y al cual se agregan operaciones en la provincia de Limón.

Finalmente, me acerco a lo narrado en esta parte del libro, porque yo estuve ahí, sólo que en la Estación al Pacífico. Mi familia es una familia de obreros ferroviarios, que proviene de un pueblo donde el ferrocarril tuvo una profunda huella y fue el único medio de transporte durante décadas.

Aún me produce escozor la memoria y las imágenes de aquellos días de la niñez. La zozobra de toda la familia, los rumores de despidos de familiares y allegados, la pesadumbre en diciembre de 1990, el viaje en tren desde Escobal hasta la Estación del Pacífico en San José la mañana del tres de enero de 1991. Ese ya no era el viaje de vuelta para iniciar un nuevo año, sino el viaje donde mi papá recogería su carta de despido, luego de trabajar en el ferrocarril desde los dieciséis años y dejar ahí cerca de 20 años de su vida laboral. Nunca voy a olvidar la imagen del salón atestado de la Estación, los rostros de preocupación en la gente, los murmullos y las filas que subían por las gradas a las oficinas administrativas donde se firmaban los despidos.

Lo que pasó ese año marcó a toda la familia de ferrocarrileros costarricenses. Muchos lograron reponerse, pero para algunos la vida nunca volvió a ser igual, algo que resuena en las páginas del hermoso libro que les invito a leer: Historias de Ferrocarrileros Costarricenses.

Gracias por el obsequio. Gracias don Álvaro Francisco Gutiérrez Rojas por haber compilado estos relatos. Gracias a todos los ferrocarrileros que prestaron sus historias. Gracias al ferrocarril de mi niñez, por los hermosos recuerdos y los innumerables viajes, por todas las aventuras sobre el hierro y las traviesas. Gracias a la UNED y a la EUNED por dar espacio a esta obra y su publicación. Muy bello sería contar con un libro similar dedicado al Ferrocarril al Pacífico ¿no le parece don Álvaro?

Referencias

Gutiérrez Rojas, Á. F. (2023). Historias de ferrocarrileros costarricenses. Editorial de la Universidad Estatal a Distancia (EUNED). https://editorial.uned.ac.cr/book/U09548


[1] Por cierto, la UNED también fue clave en el desarrollo del mural histórico ferroviario inaugurado hace muy poco en Orotina.

[2] Uso el término de la jerga ferroviaria.