Libro: Psicoerotismo femenino y masculino. Para unas relaciones placenteras, autónomas y justas
Autora: Fina Sanz
Año original de publicación: 2002
Editorial: Kairós.
Reseñado por: Maikol Picado Cortes
Palabras claves: Psicoerotismo femenino, Psicoerotismo masculino, sexualidad, placer
Citación del texto: Sanz, F. (2011). Psicoerotismo femenino y masculino: Para unas relaciones placenteras, autónomas y justas (3. ed.). Barcelona, España: Editorial Kairós
Sobre la autora del libro, ella es psicóloga-psicoterapeuta, sexóloga y pedagoga, ha trabajado como profesora en la Universidad de Valencia, Co-fundadora de la Sociedad de Sexología del País Valenciano, miembro de la Asociación Internacional de Psicoterapia de Grupos y autora del texto titulado “Los vínculos amorosos. Amar desde la terapia de reencuentro “de la misma colección. Su trabajo se ha desarrollado con personas de “la sociedad occidental de países más o menos avanzados económicamente y contrastado y validado con su experiencia en Latinoamérica, donde ha organizado grupos de mujeres y mixtos en países como: Argentina, Republica Dominicana y Brasil.
El libro describe el trabajo realizado por la autora en el ámbito teórico y metodológico, el cual tiene como objetivo desarrollar y entender la sexualidad masculina y femenina. Para esto divide el texto en 3 partes, en la primera se desarrolla la interpretación de nuevos paradigmas sobre comportamiento humano, dentro de la estructura sociocultural, relacionada con el patriarcado y su influencia en el comportamiento de las mujeres y los hombres, además, se ponen en manifiesto las relaciones de poder entre estos, posibles en las estructuras relacionales. Se menciona como en la sociedad occidental los valores dominantes son los masculinos y como en base a esto se desarrollan cosmovisiones distintas entre varones y mujeres, lo anterior en un marco social patriarcal que no busca ni permite el desarrollo de hombres y mujeres. p. 18, 19.
En la segunda parte del texto la autora expone la metodología que utiliza para explicar y diferenciar las sensaciones eróticas expresadas desde la globalidad (mayoritariamente en las mujeres) y la genitalidad (mayoritariamente en hombres), finalmente en la tercera parte se propone la “filosofía del método” de la “autosensibilización” como formas de “autoconocimiento y autorresponsabilidad”, por medio de la “Recuperación del cuerpo: Autoconocimiento para el cambio” p. 19- 169.
Para la reseña del texto mencionaré algunas de las temáticas desarrolladas en cada parte del libro, las cuales me llamaron la atención, iniciando con lo que la autora describe como “Programa de Crecimiento erótico y desarrollo personal”, donde se desenvuelve entre temas como: Las subculturas masculinas y femeninas, autopercepción, técnicas de respiración y relajación, métodos de sensibilización corporal y autosensibilización, placer y orgasmos, apertura de sentidos, la psicodinámica del encuentro erótico, sexualidad y relativismo cultural, creatividad y crecimiento personal, entre otros. p. 23.
Sobre la tradición cultural, sociedad y subculturas femeninas y masculinas, se parte del interés de analizar que vínculos existen entre los comportamientos psicosexuales y la tradición que ha ido pasando a través de generaciones. p. 28.
En relación a la tradición cultural, se menciona como existe un “miedo al placer, asociado al pecado, lo sucio, lo feo, la culpa, el castigo y lo desagradable” p.31, por ejemplo; en la tradición judeo-cristiana la estructura es patriarcal, donde lo masculino está en la cima de la jerarquía, relacionada con una “figura paterna de bondad, pero sobre todo de ley y orden, juicio, premio y castigo” por su lado, la mujer se muestra como “un símbolo de seducción, de pecado, culpable de las desgracias humanas” p. 32. Lo anterior se reproducen en torno al varón-padre y mujer-madre en la estructura familiar que responde a la expectativa social en cuanto a los sexos. p. 33.
En torno a las subculturas femeninas y masculina se indica que “las diferencias sexuales en la sociedad occidental no constituyen sólo diferencias biológicas, sino que, a través del proceso de socialización, se modelan cosmovisiones, dos grandes formas de vivenciarse y percibir el mundo” p. 37. Lo anterior es para la autora las subculturas femeninas y masculinas en donde “Lo masculino y femenino van constituyendo la construcción de la identidad del varón y de la mujer, aquello con lo que cada cual se identifica profundamente y que supone un entramado emocional difícil de cambiar solo con la crítica ideológica adulta, puesto que se ha adquirido en edades muy tempranas y suscita conflictos entre la estructura emocional aprendida y el pensamiento racional o la ideología posterior. p. 40.
Sobre el psico erotismo femenino y masculino se describen algunas características que se presentan mayoritariamente en la mujer como; “gran sensibilidad corporal con difusión global de las sensaciones, cierta “anestesia” genital, emocionalidad, percepción sexual globalizadora, entre otras y en los hombres; se menciona la identidad del varón, los juegos eróticos en la infancia y adolescencia, la erótica masculina genital, la erótica masculina global, entre otras.
En relación al placer y el orgasmo, resaltan los aportes en occidente de autores como Freud quien propuso la relación entre “la sexualidad y dinámica psicopatológica”, también a W. Reich quien “tipificó una psicopatología relacionando la sexualidad con sus manifestaciones corporales, y dándole al tema del orgasmo un lugar preferencial como elemento de equilibrio energético”. p. 79.
Sobre los sentidos se menciona que a medida que “avanza el crecimiento, los distintos modelos educativos imponen determinados criterios en torno a la priorización de unos sentidos sobre otros, así como un conjunto de prohibiciones (…) que pueden quedar englobadas, según en qué momentos evolutivos o modas sociales, dentro de lo que entenderíamos como normas de urbanidad” p. 92.
En la segunda parte del libro la autora desarrolla el método de “Sensibilización corporal” y “Autosensibilización”, este según sus palabras “fue surgiendo de forma intuitiva y en estrecha relación con las aportaciones y el avance de las personas atendidas. A medida que iba observando, elaborando hipótesis explicativas que posteriormente trataba de comprobar, y su ratificación me permitía elaborar otras o complementar las anteriores”. p 131. Lo anterior se basó en “la observación y la introspección del propio individuo en el espacio clínico y en la observación del grupo social en el espacio exterior, y está en íntima relación con el marco teórico expuesto en la parte I” p. 132. Se plantean una serie de ejercicios y acciones, en algunas ocasiones guiadas, que se desarrollan en espacios como la psicoterapia, grupal o individual.
En la fase final del texto Fina Sanz, propone “Recuperar el cuerpo por medio del autoconocimiento para el cambio, a manera de introducción al método de “Autosensibilización” que tiene como fin el desarrollo personal y el conocimiento del psicoerotismo, (…) se plantea como una serie de ejercicios que “parten del propio espacio corporal y se realizan en un marco de psicoterapia y sexología, o bien como una forma de autoayuda”. p. 171.
En esta parte del texto se trabaja sobre temas de percepción sobre sí mismo, la respiración, la relajación, la apertura de los sentidos, fantasías eróticas y vida sexual, estos se ponen en manifiesto mediante una serie de ejercicios guiados que se pueden practicar individualmente o en pareja. p. 200 – 233.
Concluyo que el texto resulta una herramienta útil para conocer conceptos sobre la sexualidad y el erotismo en hombre y mujeres, además, plantea la posibilidad de que las personas nos cuestionemos sobre nuestras relaciones amorosas, el placer, el autoconocimiento y aquellas situaciones que inhiben o propician una sexualidad plena y saludable. Sobre esto la autora plantea la pregunta ¿cómo transmitir actitudes positivas si se tienen miedos, prejuicios y actitudes negativas frente al propio cuerpo? p. 238.
Finalmente extiendo una invitación a leer el texto ya que podría aportar a nuestra salud, física y emocional, entendida como un todo que nos constituye.