Libro: Las cárceles de la miseria. (Título original: Les prisons de la misére)
Autor: Loic Wacquant
Año original de publicación: 1999
Editorial: Ediciones Manantial SRL
Reseñado por: Maikol Picado Cortes
Palabras clave: tolerancia cero, seguridad, criminalidad, mundo penitenciario.
Citación del libro: Wacquant, L. (2010) Las cárceles de la miseria. Buenos Aires: Ediciones Manantial SRL.

Como parte de un proceso en el que se me nombra colaborador de un seminario de graduación en la carrera de criminología y con el propósito de conocer más sobre el tema penitenciario, un apreciado colega me recomienda el texto “Las cárceles de la miseria” escrito por Wacquant (1999), lectura que generó en mi un número significativo de emociones que me hicieron sentir asombro, desconcierto, molestia, empatía y desilusión. Expongo algunas reflexiones que me gustaría compartir.

El autor a través  del texto intenta detallar y describir un proceso social que se ha generado -a partir de toda una maquinaria propagandística que incluye a: medios de comunicación, academia y política-  en la última mitad del siglo XX y que tiene como objetivo impulsar una agenda política, que de paso al “borramiento del Estado económico, debilitamiento del Estado social, fortalecimiento y glorificación del Estado penal”(p.22) y que se caracteriza principalmente por el aumento en los presupuestos Estatales para “seguridad”, represión policial, incremento en la ocupación carcelaria e inversión en el mundo penitenciario, disminución progresiva de la inversión social del Estado (educación y salud) y que paralelamente tiene una selección que discrimina a grupos de personas de ciertos lugares urbano populares o que pertenecen a grupos raciales y étnicos.

El autor toma como punto de partida la estrategia para abordar la criminalidad impulsada por William Bratton, exjefe de la policía de Nueva York en la década de los noventas y que presenta como principal estandarte el lema “Tolerancia 0”, mismo que se convierte en una especie de teoría impulsada y divulgada por distintos canales de prensa y políticos, además, promulgada desde alguna parte de la académia e instituciones como el Manhattan Institute, para hacer frente a la evolución e incremento “desmedido” de la criminalidad.

La estrategia de Tolerancia 0 tiene como objetivo explícito, disminuir las tasas de criminalidad y recuperar el orden y bien social, afianzándose en discursos políticos y académicos que buscan desligar o “disociar cada vez más las causas sociales y la responsabilidad individual” (p.61), esto basado en argumentos (seudocientíficos, según el autor) que malinterpretan o desentienden estadísticas que dan al traste con sus propuestas y resultados, lo anterior se ejemplifica según el autor en que:

 “A William Bratton le gusta decir que «la vigilancia policial es igual en todas las grandes ciudades». Sin embargo, hasta el día de hoy ninguna de las principales ciudades estadounidenses hizo suya la política neoyorquina, mientras que el enfoque bostoniano del «community policing» -que Rudolph Giuliani denigra abiertamente al compararlo con una variante del «trabajo social»- fue adoptado con éxito, entre otras, por Portland, Indianapolis, Memphis y New Haven. Estas ciudades comprendieron claramente que, en última instancia, la intransigencia policial neoyorquina no puede sostenerse, porque socava las relaciones entre la policía y los residentes de los barrios desheredados y segregados, blanco prioritario del accionar agresivo de las fuerzas del orden que se comportan con ellos a la manera de un ejército de ocupación” (p.14)

Además, el texto hace un breve repaso de como estas estrategias “made in USA” han calado en la política y la administración judicial latinoamericana y lo ejemplifica en países como Argentina, en donde el exjefe de la policía de Nueva York tuvo diferentes espacios (políticos y académicos) para promover sus ideas, además, se exponen ejemplos de políticas en seguridad, impulsadas en Brasil e impregnadas del “lema teórico” Tolerancia 0,  sin embargo, estas estrategias no se desarrollan ampliamente como si se hace para el contexto estadounidense y europeo en el cual se pone un énfasis en Francia.

Wacquant hace un exhaustivo análisis de como la política estadounidense en la ultima mitad del siglo XX, a incrementado significativamente los presupuestos para seguridad, además, ha clamado por la “privatización y fortalecimiento de los derechos del capital” y a su vez disminuido o estancado los presupuestos para educación y salud, lo anterior impulsado por elites políticas, patronales y formadores de opinión, cimentado en el modelo neoliberal que propicia y promueve la “Expansión del imperio penal norteamericano” (p.91), y que tiene como principal receptor la unión europea.

El análisis y panorama que brinda el autor en relación a como el rechazo, promovido desde los grupos de poder y el Estado, sobre aquellas personas menos favorecidas económicamente, lo que las hace acreedoras de la exclusión social, además, genera una represión hacia estos grupos de población, lo anterior ejemplificado en estadísticas abrumadoras entre lo blanco caucásico y aquello que no lo es (negro, latino, pobre), nos puede dar un punto de partida para analizar lo propio en el contexto latinoamericano, que indudablemente se permea del “made in USA” pero que se configura distinto.

Hay un aporte importante del texto en torno a mi reflexión sobre el quehacer académico universitario, esto en relación con el sustento académico que muchas veces suelen llevar este tipo de “lemas teóricos” como el de Tolerancia 0 y que dan cuenta de que a pesar del renombre de la institución o la persona (s) que investiga, lo dicho desde la academia no siempre lleva el sello del bienestar común, a veces responde a interés mezquinos grupales o individuales.