Libro: Historia Global de América Latina: Del siglo XXI a la independencia
Autor: Héctor Pérez Brignoli
Año original de publicación: 2018
Editorial: Alianza Editoria..
Reseñado por: Roy González Sancho
Palabras clave: Historia, América Latina, proceso de independencia
Citación del libro: Pérez, H. (2018) Historia Global de América Latina: Del Siglo XXI a la Independencia. Alianza Editorial.

Aunque el autor del libro entrega un extenso texto correspondiente a una profunda investigación sobre cuáles han sido las principales tendencias y procesos por los que ha pasado la región en más de dos siglos de historia, luego de los denominados procesos de independencia, en esta ocasión la exposición o reseña se centrará en uno de sus capítulos a saber: el correspondiente a las utopías sucedidas en las distintas naciones de América Latina.

De esta manera, de acuerdo con el autor en el continente se puede hablar de 7 utopías a partir de las cuales las diferentes élites y sectores políticos han intentado llevar a cabo diferentes proyectos nacionales a saber: de progreso, reformista, nacional populista, comunista, autoritaria conservadora, la Neoliberal y la indígena.

Se inicia este capítulo con la utopía de progreso imperante en los años alrededor de los inicios del Siglo XIX, heredera de la ilustración y las revoluciones de Inglaterra, Estados Unidos y Francia, cuyas propuestas contribuyeron con las primeras acciones y propuestas de la organización de los Estados en la región.  Pero que dejaron claro que se trataba de un proceso centrado en la idea de la lucha por civilizar sobre la barbarie, adoptando lo anglófono sobre todo lo que representaba el pasado colonial español, el blanqueamiento de las poblaciones con inmigraciones de personas blancas y la manutención de la esclavitud de las personas afrodescendientes y el trabajo no reconocido con salario de mestizos e indígenas.

De esta forma surge un tiempo después en el siglo XIX, lo que el autor identifica la utopía reformista, la cual se centra en la organización política liberal, exportaciones de bienes al mercado de las potencias de entonces, y vista como una forma de concretar las aspiraciones de igualdad y fraternidad que no se lograron en 1789. No obstante, estos modelos siguieron concentrando el poder y dificultando las libertades para las mayorías. La confirmación de Estados Unidos como un país con ambiciones expansivas (gana guerra con España) nacen los movimientos antiimperialistas en la región, movimientos sociales y estudiantiles, así como gobiernos con propuestas más inclusivas (reformas educativas, sociales, políticas, etc.).

Como respuesta al reformismo, aparecen los proyectos de visión nacional populista, con un fuerte tronco basado en la exaltación Estado nación, con una importante presencia de reformas sociales y económicas en las que el Estado tenía un protagonismo importante, al punto que desde esta instancia se dirigía y se enfatizaba en el desarrollo e industrialización nacional. No obstante, debe señalarse que en muchos casos los liderazgos surgidos eran encabezados por figuras caudillistas, un partido único procederes de corte autoritario.  lideradas por

 Por otro lado, se ha rescatado por el autor la utopía comunista. De influencia marxista y de inspiraciones de las experiencias derivadas de los movimientos desarrollados en Alemania y Francia en los siglos XIX e inicios del XX, aunque para las intelectualidades Latinoamericanas fue la experiencia revolución soviética la que más interés despertó particularmente en los círculos nacionalistas y católicos integristas, teniendo un papel determinante en los puntos centrales de las agendas de las luchas antioligárquicas y antimperialistas.

De mismo modo, aunque hubo experiencias infructuosas y sangrientas, los movimientos insurreccionales mutaron al antifascismo, siendo objeto en épocas de la Guerra Fría de persecuciones paranoicamente dirigidas por Estados Unidos, con especial salvajismo en el Caribe y Centroamérica.  En este contexto, el autor señala que se debe rescatar el caso de la Revolución Cubana.

Otra de las corrientes destacadas en la región ha sido la utopía autoritaria conservadora, caracterizadas por la gran cantidad de dictaduras militares impuestas mediante Golpes de Estado, bajo el patrocinio de Estados Unidos o aprobación, cuyo objetivo era “detener la expansión de la amenaza comunista”. Los regímenes implantados mediante esta figura ideológica se caracterizaron por reducir o eliminar beneficios y garantías a las y los trabajadores, censura o eliminación de partidos políticos o sindicatos, con una orientación nacionalista y católico conservadora, afines al fascismo y franquismo, al tiempo que aplicaban al pie de la letra las doctrinas de seguridad promulgadas por los militares estadounidenses.  

Pérez Brignoli (2018) acota el final de esta etapa de la siguiente manera:  

“Hacia 1990 la utopía autoritaria-conservadora parecía algo archivado; la democracia reemplazaba al dominio militar, y tanto la izquierda como la derecha se plegaban al juego democrático. Pero había un legado de este proyecto que adquiría nueva vigencia e iba a impregnar el fin del siglo XX y los comienzos del siglo XXI: me refiero a la política económica y social neoliberal.” (pp.212-213).

En este caso, la utopía neoliberal, se ha caracterizado por dejar a la libre las fuerzas del mercado eliminando controles, aranceles, reduciendo el tamaño y facultades del Estado, al momento que se deja todo a la iniciativa privada. Aunque mayoritariamente sus resultados han sido catastróficos, su efecto más significativo ha sido sobre la circulación e la información y las redes de comunicación con mayores velocidades y posibilidades de conexión.

Finalmente, el autor destaca el papel que han tenido los movimientos indígenas (utopía indigenista) desde 1992 año en el que se celebraba el 500 aniversario del arribo de Colón a lo que él creía que eran islas asiáticas. Desde lo que el autor denomina la utopía indígena, se reclamaba que el nombre de la conmemoración se erigiera en honor a la resistencia indígena, al mismo tiempo se ha reclamado por el reconocimiento de la diversidad étnica multicultural y lingüística.

En este caso, los movimientos indígenas bajo esta corriente han buscado el reconocimiento y la posibilidad de construir desde las diferencias una identidad cultural continental que englobe a todos los pueblos indígenas del continente, además de recamar por la autonomía de los mismos pueblos indígenas.

Conclusión:

En esta pequeña reseña se ha trabajado solamente uno de los 7 apartados que componen el libro, vale decir que se trata en su entereza de una obra que recoge la gran mayoría de los detalles de la historia continental de América analizada y estructurada en una forma que resulta esclarecedora para quien lea el libro.

La historia de América Latina y el Caribe ha estado marcada por las grandes tendencias globales, así como de la emergencia de las potencias imperiales en ascenso y caída. Valen destacar los esfuerzos de unidad de Simón Bolívar, pasando por las corrientes antiimperialistas, reformistas e indigenistas, pues de estos fenómenos políticos y sociales han estado en consonancia con otros procesos de resistencia o liberación de otras latitudes.

Así con varios de los datos y contextualizaciones entregadas por el autor es posible vislumbrar parte de las estrategias y acciones de contención del desarrollo e industrialización de los Estados latinoamericanos.  En las cuales, los sectores conservadores y oligárquicos dependientes de capital exterior, han jugado un papel importante en las acciones reaccionarias a las alternativas de la región.

Así, con esta obra pueden verse graficados cómo con el pasar de las décadas del siglo pasado y el presente, se ha pasado de métodos duros control político económico e imposición de modelos económicos, a otros medios más solapados. Principalmente mediante el empleo de medios de comunicación y la promulgación de leyes que progresivamente han ido lesionando desde adentro al Estado Social de Derecho de la región, asimismo como los derechos de las diferentes poblaciones de estratos medios y bajos.

En fin, se ha asistido a un aumento de las libertades y garantías de empresa para las grandes compañías y capitales financieros industriales o especulativos, al momento que se han ido reduciendo a mínimos los derechos de las poblaciones.