Por: Juan Antonio Gutiérrez Slon

Estimado Presidente:

Deseándole lo mejor para usted y sus familias, inicio esta carta sentida y propositiva.

Sin duda el nuevo coronavirus es un punto central en la realidad de nuestro tiempo. Es el principal hecho histórico de las sociedades contemporáneas del siglo XXI. La enfermedad pandémica es una desviación en el curso de la historia humana. Es una pausa en la gestión de los continuos económicos de nuestra era global, hoy, en este 2020, hemos empezado a vivir lo que se recordará como un acontecimiento que cambió el mundo, un hecho social total. De ahí que, usted Carlos, y toda las generaciones de personas que habitamos de Costa Rica, estamos viviendo una etapa única que transciende. Toda nuestra vida cotidiana fue puesta en cuestión, en pausa, todo el sistema-mundo sociopolítico está hoy, en reformulación.

Este contexto, Carlos, sin duda va atravesar por siempre, el conocimiento que la historia nacional vaya recordar sobre su Gobierno. No todos los gobiernos tienen una situación de Estado de excepción. Un anclaje de memoria. Y si eso es así, hoy, se está en el inicio de un nuevo ciclo socio histórico. Un ciclo que, dentro de la historia del siglo XX de nuestro país, solo podría tener inferencias similares con los gobiernos de Alfredo González Flores (1914-1917), y los Gobiernos y actores sociales de la década de 1940, ambos contextos afectados por una crisis multidimensional que puso en una tensa calma a las sociedades en forma conjunta por la implicaciones atravesadas por la guerra global. Así, salvo la puesta en cuestión de la realidad en el transcurso de la I Guerra Mundial –coincidente con el Gobierno de González Flores– y de la II Guerra Mundial –los Gobiernos de Rafael Ángel Calderón Guardia, actores sociales de la década, y José Figueres Ferrer–. Fueron presidencias costarricenses que afrontaron la situación de la crisis desde un fortalecimiento del Estado y una reforma económica con justicia social. Hoy, estos tres nombres son considerados los principales exponentes de la historia política de Costa Rica, y en los tres casos, la reforma social del sistema socioeconómico fue lo que les dio su inmortalidad en el relato nacional.

Ahí Carlos, este relato podría ser traído a su Administración. Sin usted esperarlo de esta manera, la pandemia generó un abismo en el año 2020. ¡Es su momento Carlos, es su Gobierno!, hoy sus decisiones no van afectar la realidad nacional en el común cuatrienio de la gestión Presidencial como usualmente interviene cada Poder Ejecutivo; No, sus decisiones en este 2020 podrían cambiar la historia. Eso es un hecho. Es algo de lo que usted, y yo, y el país en todas sus facetas, lo sabemos: hay un removido ahora, durante y después de la epidemia. En ese aspecto, yo sé que el agobio de esta realidad nos supera a todas y todos, de eso no hay duda. Pero tampoco dudo que usted como Presidente tiene un lugar determinante. Y es: Lo que usted siempre había soñado, tener una injerencia mayúscula en el tiempo.

En serio, esto último que digo está reflejado en la manera como usted recibió la cinta de Presidente, la manera como usted se perfila y la manera como usted ha buscado la injerencia en el mundo de la política y también, desde el mundo artístico y cultural. Todo artista está en un proceso continuo de inmortalizar su legado. Y toda persona que aspire una Silla Presidencial, sin duda también quiere construir un legado; Acciones que superen su mortalidad física, el construir algo que sea más grande que su propia individualidad.

De ahí esta carta que realmente espero que usted la lea, Carlos. En serio. Es una carta con confianza de que la realidad costarricense va permitir que usted la lea, y la piense un momento. Y siento eso, porque yo, al igual que usted, y al igual que muchas personas en muy diferentes modos de ser humano, queremos dejar un legado. Eso lo creo. Con más o menor grado de incorporación a las instituciones sociales; todas nuestras vidas las dirigimos orientadas a perpetuar lo mejor para las personas que queremos y el colectivo mundo que somos. Y es que eso fue lo que la enfermedad pandémica nos puso en peligro. De pronto: En cuestión de semanas. Todo lo que conocemos está en peligro. Desde nuestra salud y vida, hasta nuestras condiciones laborales; un peligro de pervivencia.

En pocas ocasiones en el tiempo; millones de personas entramos en un modo de incertidumbre por la posibilidad-real de una muerte masiva y simultanea de personas. Es algo duro de lo que, solo con acciones enfocadas en superar el momento, es que se puede afrontar. Entonces Carlos, usted y yo, y todas y todos nosotros, estamos en un contexto de transformación mayor que nos supera. Y ahí justo está el dilema de cómo, cuánto y qué hago, y qué hacemos ante ello. Esta situación es una generalidad hoy en día, pero, en el caso suyo como Presidencia, es única en Costa Rica. Su actuar en esta coyuntura del nuevo coronavirus, será única e irrepetible. Usted está solo en esa experiencia. De ahí que su individualidad también va ser recordada excepcionalmente, y serán sus decisiones de estos días lo que van a terminar de marcar su gestión presidencial 2018 – 2022.

Es aquí Carlos, donde esta carta le pregunta sobre cómo va afrontar el reto que otrora, tuvieron Alfredo González Flores, Calderón Guardia y Figueres Ferrer. ¿Qué modelo de sociedad va reformularse en Costa Rica con y desde la pandemia? En sincronía. Estos tres antecesores de su cargo político reformularon el sistema capitalista de su tiempo, y los tres, construyeron pilares fundamentales –no acciones cuatrienales– sino cimientos de una nueva era. Por su parte González Flores decidió gravar la propiedad y la gran propiedad del país, así como la renta al capital. Calderón Guardia, confió en las demandas sociales y laborales de su tiempo ratificando consignas desde idearios comunistas que generó las Garantías Sociales, y visualizaron la salud pública nacional universal gratuita por medio de la CCSS. Luego Figueres, emulando a González Flores, impuso impuestos al capital y promovió la nacionalización. Los tres, hicieron acciones de protección de las personas físicas por encima de las personas jurídicas. Y los tres, fueron contrariados, fuertemente criticados, acechados e incluso derrocados, por los sectores económicamente dominantes de Costa Rica.

En ahí Carlos, donde se encuentra su presidencia hoy. A las puertas de construir los nuevos pilares de la sociedad costarricense del siglo XXI mediante una reforma al capitalismo de su tiempo, al sistema financiero del libre comercio. Un sistema-mundo que es preexistente a su cuatrienio presidencial. Un modelo económico dominante desde década de 1980 que ha venido perfilando la economía, sociedad y Estado costarricense. Pero es aquí y ahora, es hoy en tiempos de epidemia, que la realidad económica amparada en los equilibrios de la ´mano invisible del Mercado´ se mira inapelablemente cuestionada. El discurso neoliberal fue superado por la realidad: En el libre mercado las crisis las atiende el Estado. Su mano invisible no puede sostener una coyuntura excepcional; su debilidad se hace manifiesto.

Es entonces, Carlos, que su dilema como Presidente de Costa Rica, está en una bifurcación de únicamente dos salidas: Reformar el capitalismo neoliberal del país, o; No hacerlo. Es lo único a lo que usted como individuo con poder transitorio Presidencial puede hacer en el contexto de una historia de larga duración que, en su versión socioeconómica actual, tuvo sus principales reformas luego de la IIGM y con las constantes políticas neoliberales que en Costa Rica los tres partidos gobernantes han venido administrando desde la década de 1980. Y eso es, también, algo muy peculiar de su Gobierno, Carlos, que las instituciones que hoy mejor han sabido responder a la crisis sanitaria, son las instituciones construidas en la década de 1940 en medio de otra crisis total. Sin el legado de la CCSS y las Garantías Sociales, la crisis actual sería aún mucho más grave. Es ahí entonces, que su Gobierno podría tener la oportunidad de hacer algo duradero, y usted y yo sabemos, que continuar con un modelo que desde la década de 1980 viene construyendo desigualdades, acumulación y fragilidades no-es el camino hacia la historia, será no todo contrario, continuar con acciones donde la mano invisible del Mercado sería de avanzar hacia el olvido. Eso es arruinar su sueño de ser inmortal, y bien recordado, en la mentalidad histórica de nuestro país, Costa Rica.

No hay ninguna gloria en los gobiernos de Rafael Ángel Calderón Fournier ni en el de José María Figueres Olsen. Ellos no construyeron legado, su perpetuación en la memoria del país, fueron sus acciones de aquello que se terminó de tipificar como “política tradicional”: Una política que no atendió las necesidades de los sectores subalternos. Esos gobiernos trabajaron para sus propios intereses económicos hegemónicos. Tuvieron marcadas pautas de corrupción, cansaron a todo el país, ayudaron a construir el divorcio entre representantes políticos y la ciudadanía. La gente se asqueó de sus formas de gobierno. Están en el olvido: No hay puentes, escuelas, carreteras o edificaciones con sus nombres. Los apellidos Calderón Fournier y Figueres Olsen son la antítesis del recuerdo de los apellidos Calderón Guardia y Figueres Ferrer. Esa ruptura es indisoluble e innegable. Y es hoy, Carlos, Presidente, que usted tiene un dilema no resuelto que en exclusiva es únicamente suyo: ¿Con cuál par de apellidos quiero relacionar mi Gobierno?

La actual epidemia global del 2020, generó, ya lo generó, de forma mundial, que el modelo socioeconómico del liberalismo económico esté cuestionado porque no-da respuestas para todas las personas. Incluso, sus propias corporaciones macro fortalecidas no tienen respuesta para el interior de sus propias empresas. Algunas cierran. Se estancan. Bajan su producción. Despiden personas. Se declaran en banca rota… El macro sistema financiero dominante mundial, en pleno 2020, dio evidencia de que sin el Estado, no pueden continuar. Además, de mostrar que desde sus arcas, desde sus colectivos financieros, desde sus acciones finanzas, desde sus ahorros, no pueden sostenerse a sí mismas. La mano invisible del Mercado no les está sosteniendo satisfactoriamente. Esto sin duda; es tan real, como que el Socialismo Soviético también fue superado por la realidad en los albores de la década de 1990. Ni el totalitarismo del Estado ni el totalitarismo del Mercado son autosuficientes, ninguna realidad puede ser totalizada. Y por ende, en Costa Rica –como en otros países– ha sido la socialdemocracia sustentada en organicidad compartida desde instancias cooperativistas, mutualistas, sindicalistas, gremialistas y corporativistas que se ha podido construir estabilidad para todas las personas. Solo desde la real intervención del modelo total es que surgen las alternativas, y usted Carlos, queriéndolo o no, está en medio de la encrucijada.

Con esto, Carlos, yo sin duda siento el peso que usted puede tener encima. Pero, recuerde que también lo tuvo González Flores y en medio de crisis decidió apostar por la justicia tributaria directa. Sus impuestos a la gran propiedad y la renta al capital son las dos bases sobre la cuales usted, en este momento, podría constituir la historia de su legado. Solo desde una acción determinante que interrumpa el sistema-mundo capitalista de su tiempo histórico, es que usted va lograr ver cumplir su sueño: Vamos Carlos ¡Atrévase! Vamos mae ¡Vamos!

Juan Antonio Gutiérrez Slon

Centro Agenda Joven en Derechos y Ciudadanía

UNED