Por: Maikol Picado C.

Jóvenes y medicamentos

Todos y todas en algún momento hemos tenido que consumir algún tipo de medicina, ya sea por padecimientos o para promover la salud como por ejemplo las vitaminas. La automedicación ha sido tema tratado desde diferentes profesionales en salud con los usuarios y usuarias, se dice que para tomar cualquier tipo de medicamento lo más conveniente es consultar al médico.

En la actualidad la automedicación ha tomado otros matices, ya no solamente las personas jóvenes se autorecentan medicamentos para padecimientos comunes como una jaqueca o una gripe, sino que, recurren al autoconsumo de medicinas por problemas que los agobian en su cotidianidad como por ejemplo el bajo autoestima, en algunos casos estas personas jóvenes recurren al uso de psicotrópicos o estimulantes, medicamentos que por su composición deben ser de uso controlado.

Según declaraciones de Gustavo Sáenz, Decano de farmacia de la UCIMED, al medio electrónico crhoy.com, en muchos casos el problema surge cuando las personas acumulan tratamientos que no consumen, estos medicamentos se convierten en fuente de experimentación para personas jóvenes que lo ven como una salida fácil a circunstancias desagradables que puedan estar viviendo.

Según la Encuesta Nacional del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (Iafa), realizada en el 2010, el 2% de las mujeres entre 12 y 14 años había tomado o toma depresores que son tranquilizantes para los estados de angustia o estrés, en el caso de los varones, recurren más a estimulantes, como los medicamentos para el déficit atencional, presionados por dar la talla en los estudios o simplemente, sentir un estado de consciencia alterado. (crhoy.com, 2016). Según la nota, los y las jóvenes recurren con mayor frecuencia a este tipo de medicamentos debido a que son más difíciles de ser detectados en comparación a la marihuana y al alcohol que huelen y se pueden percibir.

Entre los problemas más comunes de los jovenes que reportan la nota, se encuentran la poca aceptación entre sus pares, ser víctimas de bullying, la violencia en el hogar y las bajas calificaciones, además, según Sáenz, los psicotrópicos, los estimulantes y los opioides son los 3 tipos de medicamentos que más se utilizan, por ejemplo en el campo de los opioides, la codeína en jarabe es uno de los más utilizados.

Ante tal situación, la principal medida que se puede tomar es la prevención, en la mayoría de los casos a cargo de los padres, como mantener bajo control los medicamentos que existan en el hogar, comunicarse con los hijos sobre los efectos secundarios y los problemas de adicción que puedan causar algunas medicinas, además, desde las instituciones, la familia y el Estado se debe propiciar un dialogo abierto con las personas jóvenes, entender sus realidades, conocer sus inquietudes, dar acompañamiento y seguimiento en cada etapa por la que debe atravesar y por último, el ejercicio, la comunicación, una buena alimentación y horas de sueño suficientes, siempre serán buenas herramientas para promover la salud y prevenir la enfermedad o conductas de riesgo que ponen en peligro la vida de muchas personas jóvenes.

Fuente: http://www.crhoy.com/nacionales/problemas-arrastran-a-jovenes-al-mal-consumo-de-medicamentos/